lunes, 11 de enero de 2010

INICIOS EVANGELICOS EN CHILE

INICIOS EVANGELICOS EN CHILE,
Y LA INFLUENCIA DE CANUT DE BON
Para Varones a la Vanguardia, Asambleas de Dios – Villa Alemana
Por Joel Gallardo P.


“de los cuales el mundo no era digno…” Hebreos 11:38


Introducción

El propósito de este muy breve resumen, es presentar al lector una breve descripción de cómo comenzó a manifestarse la presencia evangélica en Chile, mostrando los hitos y participantes mas destacados, y cuyos hechos y nombres han llegado hasta nuestros días. Confieso, que existieron otros creyentes anónimos, cuyos nombres han sido negados a nuestro conocimiento. Estoy seguro, que quien dejo a propósito o extravió sin querer un nuevo testamento en la estación de trenes de Quillota por 1877, nunca supo cual seria el efecto de su lectura, menos aún, quien seria su lector y como este sería utilizado en las manos de Dios.

Los primeros evangélicos en llegar a Sudamérica fueron los hugonotes franceses en 1555, pero fueron exterminados cinco años mas tarde, por los soldados portugueses, por considerarlos creyentes luteranos. No fue hasta iniciados los procesos de independencia de las colonias, que comienzan a hacer notar su presencia mas continua creyentes Estadounidenses y Europeos, que son los primeros en traer la palabra a nuestras tierras, principalmente por razones comerciales o contratados como asesores de los nacientes gobiernos independientes. En esta época, parecen en nuestras tierras los “colportores” de las incipientes sociedades bíblicas (muy diferentes a como las conocemos hoy) quienes jugaran en la primera mitad del siglo 19 un importantísimo papel, aún a costa de su vida, con su incansable trabajo de distribución de las escrituras.

Espero que la consideración de estas vidas ejemplares de quienes fueron nuestras primeras raíces sirva de inspiración espiritual para cada uno de nosotros.

Comienzos

Los primeros acercamientos en la patria vieja, nos muestran el trabajo de Joel Roberts Poinsett, primer Cónsul Norteamericano en la vida independiente de Chile, era Presbiteriano y miembro de la Iglesia en la ciudad de Baltimore. Desde 1812 Poinsett fue amigo y consejero personal de José Miguel Carrera, cuando este fue a EE.UU. a buscar apoyo para continuar la guerra de independencia, el Cónsul Poinsett lo recibió en su casa en Baltimore. Allí, Carrera participó en la Iglesia Presbiteriana donde Poinssett era Anciano Gobernante. Cuando Carrera enfrento el pelotón de fusilamiento en Mendoza, se negó a besar el crucifijo, indicando “A Cristo lo llevo en el corazón y no en los labios”.

Durante los años siguientes, se hicieron presentes diplomáticos, militares y comerciantes, que por su paso dejaron una huella evangélica por medio de conversaciones, entrega de literatura y un ejemplo de vida cristiana. Los lideres independentistas tomaron contacto con educadores cristianos que pudieran apoyar el desarrollo social chileno, así fue como Bernardo O”Higgins tomo contacto con el ciudadano escoses y pastor bautista Diego Thomson, para que ayudara a instaurar el sistema de educación Lancaster.

El pastor Thomson era también agente de las sociedades bíblicas, y como tal, a contar de mayo 1821 recién llegado a Chile, se dedico a trabajar como educador y como colportor distribuyendo biblias en donde tenia ocasión, promoviendo su lectura y enseñanza. Esto es un hecho muy trascendente, ya que en esa época el estudio de Las Escrituras estaba vetado por la iglesia católica y las que se encontraron fueron quemadas.

No existían misioneros formales, ni pastores ni iglesias asentadas en el país, el contacto con el evangelio continuaba siendo por medio de navegantes y hombres de negocio extranjeros de paso en puertos como Valparaíso. Entre estos, se destaca especialmente William Wheelwright y su hermano Isaac. William, fija su residencia en Valparaíso en 1829, destacando como diplomático, comerciante e industrial. A él, se deben importantes obras de ingeniería, como el primer alumbrado publico en Valparaíso, el primer ferrocarril en Sudamérica, la explotación de carbón en Lota y varias otras más. Era un hombre de profunda convicción cristiana, que considero su deber “enseñar el cristianismo” llevo una vida ejemplar. Fue promotor y financista, de la Sociedad Bíblica Americana y de la traducción de la Biblia al español, su casa se utilizo como bodega para guardar Biblias.

Llegada de los primeros pastores

En 1825 en Valparaíso, hay informes que Thomas Kendall empleado como capellán del Consulado Británico, dirigió cultos en ingles, bajo el ritual anglicano, a bordo de buques y dependencias del consulado. El clero católico no objeto estos servicios, hasta que mujeres chilenas casadas con extranjeros pretendieron acompañar a sus maridos a estos cultos. Los hijos de estos solo podían ser bautizados católicos.

Recién en 1835 se permitió el ingreso y asentamiento en Chile, del pastor anglicano Rev. John Rowland, a quien se permitió realizar cultos en inglés a marineros ingleses de paso en Valparaíso y a los extranjeros residentes y sus hijos. Existía prohibición de culto público y predicación en español, pero pese a las restricciones el pastor Rowland comenzó a enseñar y bautizar en secreto no solo a extranjeros residentes sino a los propios criollos. Años mas tarde esto serviría de base a la primera congregación anglicana en Valparaíso.

En esos mismos años (1838) se destaca el esfuerzo misionero del capitán inglés Allan Gardiner, quien abandonándolo todo se dedico a la evangelización del pueblo Mapuche, cuando estos aun no eran sometidos a dominio Chileno. Muere en 1851 mientras intentaba de evangelizar a los yaganes, como naufrago en una isla desierta junto a otros misioneros, todos murieron de hambre. Esta labor, la continúo su hijo quien luego se asienta en la ciudad de Lota donde continúa la labor de evangelización.

En 1845 hace arribo a Valparaíso el Dr. David Trumbull, pastor de una iglesia congregacionalista de los EE.UU. Poseedor de una formación académica de excelencia, no tardo en tener acogida en ámbitos intelectuales y político liberales, fue escritor prolífico y entusiasta propagador del evangelio. En 1861 funda la Sociedad Bíblica de Valparaíso junto al misionero Ricardo Garfield. El año 1862 comienza a publicar “La Piedra” primer periódico evangélico de Chile.

El 20 de septiembre de 1868 se dedica el primer templo evangélico en Santiago, con permiso de cultos públicos. Para atender las necesidades de esta congregación en noviembre de 1871 fue ordenado pastor, por David Trumbull, el Hno. José Manuel Ibáñez, quien se constituye en el primer pastor de origen chileno y a su vez el primer hispano hablante de toda América. Para ese año, había ya varios obreros y pastores extranjeros trabajando los entonces áridos campos de Santiago, La Serena y Concepción, pero los nuevos convertidos eran muy pocos.

Otro tanto acontecía en el sur de Chile, con la llegada de colonos alemanes que llegaban a avecindarse en las zonas de Osorno y Valdivia, principalmente de confesión luterana y bautista, es así como en 1863 en Osorno nace la primera congregación luterana en Chile, su primer pastor fue el alemán Alfredo Tyska.

La Ley Interpretativa

Un hito importante ocurre en 1865 cuando el Congreso chileno aprueba la llamada "Ley Interpretativa" que permite el culto privado de la fe evangélica, y la fundación de sus propios colegios a los "disidentes". En la promulgación y aprobación de esta ley tuvo gran influencia el tesonero trabajo intelectual del pastor David Trumbull, quien logro que varios congresistas católicos y libre pensadores, hicieran suya la causa evangélica. Apoyados en esta ley, se realizo “oficialmente” en 1868 el primer culto evangélico en castellano en Valparaíso en forma publica presidido por el pastor David Trumbull

La promulgación de esta ley, abrió las puertas a la llegada de otros misioneros, y como la ley permitía a los disidentes tener sus propios colegios, la creación de estos se transformo en una plataforma misionera importante.

En 1877 el obispo Metodista William Taylor, da inicio a la obra misionera de auto-sostenimiento fundando 3 colegios, Iquique College, Santiago College y Concepción College. En 1891 es acogido en seno del metodismo Juan Bautista Canut de Bon, por su causa, hasta hoy se llama a los evangélicos “canutos”.

JUAN BAUTISTA CANUT DE BON

Nació en España, el 1 de octubre de 1846, en la ciudad española de Valencia, fue el menor de 5 hermanos. A los 18 años ingresó a la Compañía de Jesús en Balaguer, cerca de Lérida, donde aprendió el oficio de sastre. Enviado a América, paso por Argentina, donde se dice aprendió la Homeopatía por lo que en algunas ocasiones se refiere como doctor. Su destino final fue Valparaíso, donde al entrar en conflicto con sus superiores se retiró abruptamente de la Compañía de Jesús, el 30 de abril de 1871. Sin embargo no abandono plenamente sus convicciones de fe católica.

Recorrió las ciudades de la región buscando su mantenimiento, hasta que se radico en Los Andes dedicándose a la sastrería y venta de telas en San Felipe. En Los Andes, contrajo matrimonio el 5 de agosto de 1872 con la señorita Virginia Robles Aguilar.

Su alejamiento final del catolicismo, esta dado por un hecho virtuoso ocurrido en la estación de trenes de Quillota, donde a fines de 1877 encuentra un Nuevo Testamento olvidado o dejado ahí a propósito. Nunca más volvió a ser el mismo después de este día. Tiempo después, tomo contacto con el misionero presbiteriano pastor Robert MacLean, quien lo recomendó a la Junta Misionera quien le aprueba como predicador bajo el amparo de la iglesia presbiteriana. Comenzó su predicación enérgica en las ciudades de San Felipe y Los Andes, fue el primer predicador que llevo la predicación a las calles, confrontando directamente las enseñanzas católicas con la Palabra de Dios, lo que genero una fuerte oposición de las autoridades y el catolicismo.

Como una forma de aquietar las aguas, se le solicito mayor sutileza y fue enviado como ayudante del Rev. Julius Christen a Santiago. Allí abrieron una capilla en la misma casa de Canut de Bon donde asistían unas 40 personas. Luego fue enviado a Concepción con sus antiguos amigos Eneas y Roberto Mac-Lean. En Concepción, el estilo directo y confrontacional de Canut de Bon, genera una seguidilla de problemas al interior de la iglesia quienes finalmente le retiran la licencia de predicador en marzo de 1881 para evitar problemas en su relación con la sociedad rígidamente católica de la época.

Según algunos historiadores católicos, intento volver al catolicismo, lo que es difícil de aceptar después de haber sostenido fuertes confrontaciones con sacerdotes lo que finalmente le hizo perder el apoyo de la misión presbiteriana. Pero los más fecundos años de su ministerio estaban aun por venir. En su permanencia en Los Andes había tenido ocasión de conocer al Obispo metodista William Taylor, quien visito esa ciudad en 1878, por lo que viendo perdidas las esperanzas que la misión presbiteriana le renovara la licencia de predicador, solicito el ingreso a la iglesia metodista, donde después de un breve paso por Santiago donde apoyo al pastor La Fetra, director del Santiago Collage, fue destinado a la cuarta región como pastor de La Serena en 1890, el modo directo y confrontacional del Pastor Canut fue asumido por los metodistas sin mayores problemas, pero el impacto que su presencia genero en la ciudad fue enorme, el mismo lo indica en sus cartas al pastor La Fetra: “Por la mañana salgo todos los días a las 6:00 A.M. y hablo con todos los que encuentro en la calle, […] y entro en todas las casas que puedo a leer la palabra de Dios y a exhortar” (17 de Febrero de 1890).

“Ahora algunas veces salgo acompañado de algunos para tener una misión más útil hablo en voz alta como explicando al que tengo a mi lado algunos vienen atrás de mi oyéndome a veces una cuadra, de modo que ahora predico por las calles también, Gloria a Dios!!!” (28 de Mayo de 1890).
“Todos los días no se oye otra cosa más que gritos, insultos, mofas, etc. El grito más sonoro es ‘canuto ladrón, asesino masón, barbas de león’, ‘lobo renegado’, y palabras deshonestas inmorales. Yo paso sereno con mi sonrisa y a veces me hacen reír y correspondo con el saludo de mi sombrero. Las señoritas me escupen cuando paso. Algunas, al pasar yo, sacan el cajón de la basura y lo ponen por delante. En todas las calles hay en las paredes mi nombre con apodos, en gran escala le ponen a los perros, a los caballos, burros, bueyes, canuto y a todos los que asisten a nuestra iglesia los llaman canutos y a las mujeres las canutas” (Carta a La Fetra, 16 de Mayo de 1890).

Fue en La Serena donde a los evangélicos chilenos se llamo por primera vez “canutos”.La oposición a su predicación al aire libre se manifestó por todos los medios, en un periódico 60 señoras católicas, presentaron la siguiente declaración “Las abajo suscritas, llevadas de nuestro deseo de combatir por los medios que estén a nuestro alcance la inicua propaganda que el sectario Juan B. Canut y sus favorecedores que tienen el atrevimiento de hacer en nuestra católica ciudad, y sabiendo que entre estos últimos se encuentran algunos comerciantes de esta plaza, nos comprometemos formalmente a no favorecer con nuestras compras a dichos comerciantes de todas perfectamente conocidos, debiendo acudir todas a las tiendas de comerciantes católicos o de protestantes honrados que no hieran nuestros sentimientos religiosos con manifestaciones contrarias a nuestras creencias”.

Esto lleva al pastor a presentar adecuada defensa y explicar su parecer, de su defensa se extrae lo siguiente: “No pensaba contestar nada de lo que se habla en mi contra, pero cumplo con mi deber cristiano. […] Mi primera contestación es que como discípulo de Jesucristo que soy perdono de todo corazón a los que me persiguen y calumnian ocupándose de mí, pues si a mi maestro Jesús calumniaron, persiguieron, maltrataron y le dieron muerte, el discípulo no puede esperar otra cosa. […] Lo que yo trato en mis predicaciones es el Evangelio de nuestro señor Jesucristo, poniendo al salvador delante de los hombres para que se arrepientan de sus pecados y dejando la mala vida, los vicios, los crímenes, las mentiras, y cuanto es ofensa a Dios, para que busquen a Jesucristo con una nueva vida de verdaderos cristianos…”

Hacia 1893, el pastor Canut es trasladado a Concepción, con el propósito de realizar labor evangelística en todo el sur de Chile, lo que realiza con gran esfuerzo en toda la octava y novena región, realizando extensos viajes misioneros a las ciudades de Temuco, Nueva Imperial y Angol. En 1894 se extiende a Los Ángeles, Mulchén, Victoria y Traiguén. Donde no solo se ocupo de dejar nuevos convertidos, sino de llevar obreros que atendieran estas nacientes congregaciones.

Lamentablemente, este tenaz obrero de la viña del Señor, comenzó a ver declinada su salud, pese a su traslado a Santiago 1896 buscando un clima mas benigno que favoreciera su recuperación falleció tempranamente el 9 de Noviembre de 1896, teniendo apenas 50 años de edad. Su sepultura, se encuentra actualmente en el Patio de Disidentes Nº 1 del Cementerio General en Santiago. Su viuda, Virginia Robles Aguilar, permaneció como miembro activo de la Iglesia Metodista hasta su partida a la presencia del Señor en 1918.