martes, 4 de marzo de 2008

El Ateo y el borracho convertido

Un ateo daba una conferencia ante su auditorio, después de haber finalizado su discurso, invitó a quien tuviese preguntas a subir a la plataforma. Después de unos momentos un hombre que había sido bien conocido en la ciudad por su afición como borracho, pero que había sido convertido recientemente, aceptó la invitación, y sacando una naranja del bolsillo comenzó a pelarla lentamente.

El conferencista ateo le pidió que hiciera la pregunta; pero el hombre continuó, sin inmutarse, pelando la naranja, cuando termino, se la comió. Después de comérsela se volvió al conferencista y le preguntó:

¿Estaba dulce o agria?

No me pregunte tonterías— respondió el ateo con evidente molestia—. ¿Cómo puedo conocer el sabor si no la he probado?

El borracho convertido respondió:

Y ¿cómo puede usted saber algo de Cristo si nunca lo ha probado?